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domingo, 22 de enero de 2012

FElicidad empieza con FE




Todos los que habitamos en este variopinto planeta tenemos tendencia a creer en algo o en varias cosas en determinados momentos de nuestras vidas. Y esa creencia nos lleva, en ocasiones, a sentirnos confiados, aferrados y más seguros, palabras más palabras menos, a esto le llamamos: Fe.


En la web ubiqué una reflexión interesante al respecto, aquí se las presento: “La fe es un don gratuito. Creemos en una verdad que nos llega de afuera y que no nace de nuestra alma. La fe nos viene desde el exterior. Algunos la tendremos desarrollada desde niños (debido a una sólida formación cristiana o espiritual) otros la perderemos y la recuperaremos a través de nuestra vida y otros la invocaremos en el último instante de la muerte”.


Sin importar la religión o tendencia filosófica que practiques, acercarnos a esa espiritualidad siempre nos hace sentir resguardados y fortalecidos. Algunos, muy activos, hacen de esto su modo de vida y se les ve a cada minuto mencionando a su dios y/o tratando de convencer al de al lado para que lo acompañe a su culto. Otros, más discretos o reservados, prefieren llevar su creencia de manera privada e intima. Un grupo bastante importante por el contrario, solo se acuerda que tiene alguna fuerza divinizada cuando está en problemas gravísimos, entiéndase, entre la vida y la muerte.


Para entender y hablar de cosas más claras y tangibles consulté a varias amistades creyentes de diversas corrientes y les presentaré algunas de sus respuestas ante la pregunta: ¿Qué es para ti la FE y cuál es la importancia que tiene en tu vida?


La diseñadora gráfica Jenny Meléndez inicia esta ronda de respuestas: “La fe para mi es el motor que me mueve, es la certeza, es creer. El día que deje de creer mejor morir. Creer en Dios, en la vida, en los regalos que da la vida a diario, en la gente, en el amor, en un mundo mejor, en un futuro. Si no creemos (aunque sea en nosotros mismos) no tiene sentido nada. Es como ir sin norte. Aún los que se dicen incrédulos, creen: en su fortaleza, en su voluntad, en sus capacidades, si no cómo afrontar el día a día. Además la palabra Felicidad empieza con FE”.
La periodista Johanna Contreras es tajante y precisa “fe es creer sin ver, saber que algo hace que todo esté bien”.


Otra colega habitante del estado Lara y especializada en el periodismo de salud, Zaibel Gil cuenta su propia experiencia “para mi es la fuerza que sale de lo más profundo de mi corazón, haciéndome sentir la certeza y confianza de que todo lo que deseo y quiero es posible. A veces por las circunstancias siento que mi fe se vuelve frágil y es ahí cuando me doy cuenta y retorno para mantenerme con fuerzas para seguir”.


Ahora, los hombres consultados: Jhovanni Gavidia, fotógrafo, expresa su sentir: “según la biblia es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Para mi es esperar o creer que algo va a pasar sin dudarlo ni un instante. La fe en Dios es creer y tener la seguridad que es tan real como tú y como yo, es más real que yo mismo. Es importante en mi vida, no hay un día que no piense en Dios”.

Por su parte el director del Coro Camino y Voces de la Iglesia de Bello Campo en Caracas, Napoleón Del Veccio reflexiona acerca de mi pregunta: “Se habla de una mejor vida después de la vida, la vida eterna aquella donde no habrá llanto ni dolor, todo será distinto con tu cuerpo transfigurado y disfrutando de la magnificencia de nuestro creador, pareciera ser un cuento de hadas o una historia utópica, incluso podría parecernos algo sin sentido, incluso difícil de creer en nuestro mundo actual, es allí donde entra la FE, que es la certeza individual de saber que eso que se cree es verdaderamente cierto y es hacia donde nos dirigimos sea la doctrina que sea. Hacia allí se proyecta el sentido de la vida. Creo en ella, en la existencia del dios de la vida, aquel que todo lo perdona y ve, “mi padre está en lo secreto, vive en mi secreto y conoce mis secretos“.


Por último, Pola del Giudice, periodista y compañera del diario La Región nos regaló parte de su testimonio de fe al visitar recientemente a la Divina Pastora en Barquisimeto “para mi fe es lo que no puedes tocar, no ves, no oyes pero te impulsa y te da fuerzas para alcanzar lo que deseas. Es lo que moviliza a millones de personas a acompañar por ejemplo, a la Divina Pastora y tener la certeza de que te dará lo que esperas. Para mí, es mi motor, hasta mi trabajo lo hago con fe de que cada palabra que escribo o alguien a quien ayudo, cambiará un poquito el mundo. La lección más significativa de fe la viví el 14 de enero en Barquisimeto, esa manifestación es FE. Es haberle llevado a mi sobrinita que nació con un problema en el esófago y ofrecérsela a la virgen con devoción y saber que el médico que te dice que está mejorando, es simplemente obra de ella”. 4 millones de personas fuimos testigos de esto.


La palabra certeza es la gran coincidencia, es simplemente estar convencidos de que la fuerza que brota de nuestro corazón nos llevará a la felicidad plena con nosotros mismos y con el entorno. La fe es parte de las grandes necesidades de nuestro mundo actual, creer más y creernos más capaces de avanzar por encima de cualquier dificultad. Dios, tu dios, la virgen o tu filosofía debes usarla siempre para hacer el bien y contribuir con el bien de tu corazón y de la colectividad. Bendiciones para todos, sonrían siempre.

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